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París, Francia., El tenista español Carlos Alcaraz, volvió a reinar en Roland Garros, refrendando su título del año pasado en el Grand Slam parisino luego de firmar una espectacular remontada sobre el italiano Jannik Sinner en la final disputada sobre la arcilla de la Philippe Chatrier tras cinco emocionantes sets en donde los dos mejores de la actualidad sacaron lo mejor de ambos.
En una final legendaria, directa a la historia del tenis, en la que levantó tres bolas de partido y remontó dos sets, Alcaraz (2º ATP) retuvo el título en Roland Garros ante Jannik Sinner (1º); 4-6, 6-7 (4/7), 6-4, 7-6 (7/3) y 7-6 (10/2) en cinco horas y 29 minutos.
El primer duelo en una final de Grand Slam de los dos jugadores llamados a reinar se hizo esperar. Un regalo al planeta tenis en su 12º partido, con ocho victorias ahora para el español, que ha ganado los cinco últimos. Y sin duda el más importante.
Alcaraz, de 22 años, retiene el título en Roland Garros y alcanza los cinco Grand Slams en cinco finales disputadas, mientras que Sinner, de 23 años, pierde la primera tras haber ganado sus tres anteriores -Australia 2024 y 2025, US Open 2024-.
SINNER SE ENCAMINABA AL TRIUNFO, PERO…
La final tuvo un antes y un después con las tres bolas de campeonato que salvó Alcaraz cuando perdía 5-4 y 0-40 en la cuarta manga.

Hasta entonces su partido había sido una lucha por sobrevivir contra una computadora de jugar a tenis, un ‘pinball’ definitivo e infranqueable.
Durante dos sets Sinner había impuesto su implacable receta: consistencia a la máxima potencia para desarbolar a un Alcaraz incapaz de mantener el tipo en los peloteos ni de encontrar alternativas.
LA REMONTADA CON FURIA DE ALCARAZ
Con dos sets a remontar, lo que nunca había conseguido en su carrera, Alcaraz necesitaba una heroicidad. Fue recuperando el color y ganó un tercer set relativamente cómodo, el primero que se dejaba Sinner en su impecable trayecto hasta la final.
En la cuarta manga llegó el milagro. Tres bolas de campeonato salvadas y el prodigio español resucitado ante un Sinner que había empezado a dar alguna señal de que también era humano.
Con la noche cayendo en París, el quinto set fue un regalo para la Chatrier. Ambos jugadores ofrecieron una exhibición con cinco horas de tenis en las piernas decididas en un ‘super tie-break’, el primero del torneo. Fue ahí donde Alcaraz impuso su ley en una Chatrier a punto de explotar. Se tiró al suelo y Sinner acudió a abrazarlo.