Por: Jorge Albarrán Jaramillo – Enviado Especial
Ciudad del Vaticano.– El cardenal Dominique Mamberti de 73 años, fue designado como el próximo Protodiácono del Colegio Cardenalicio, un nombramiento que lo convierte en la figura central del protocolo vaticano durante la elección del nuevo Papa. Será él quien desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, anuncie al mundo las palabras más esperadas tras un Cónclave: “Habemus Papam” (“Tenemos Papa”).
El cargo de Protodiácono corresponde al cardenal diácono de mayor antigüedad y conlleva importantes funciones dentro del proceso de transición papal, entre ellas, la más visible y significativa que es el anuncio del nuevo pontífice, una vez que el “humo blanco” emerja de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que los cardenales electores han llegado a un consenso.

El anuncio “Habemus Papam”, pronunciado en latín ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro y millones de personas alrededor del mundo, marca el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica. Tras este anuncio, el nuevo Papa se asoma al balcón para impartir su primera bendición Urbi et Orbi.
Además de esta proclamación, el Protodiácono cumple otra función clave durante la misa de inicio del nuevo pontificado, pues es quien impone el palio al Papa, que no es otra cosa que una estola circular de lana que simboliza la autoridad pastoral del Obispo de Roma.
Dominique Mamberti ofició este domingo la última misa del novenario del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, quien recordó en su homilía el monumental esfuerzo que realizó Francisco «hasta el extremo de sus fuerzas» en sus últimos días, asomándose a la basílica para la bendición urbi et orbi el Domingo de Resurrección y recorriendo la plaza, sólo un día antes de morir.
«Yo estaba a su lado el día de Pascua, testigo de su sufrimiento, pero sobre todo, de su valentía y su determinación para servir al pueblo de Dios hasta el final», recordó Mamberti.
El también arzobispo destacó que a lo largo de su pontificado, Francisco «advirtió a los poderosos de que se debe obedecer a Dios antes que a los hombres. Todos hemos admirado el modo en que el Papa Francisco, animado por el amor del Señor y de su gracia, ha permanecido fiel a su misión hasta el extremo uso de sus fuerzas», dijo.
El cardenal Dominique Mamberti nació el 7 de marzo de 1952 en Marrakech, Marruecos, sin embargo tiene la nacionalidad francesa. Fue ordenado sacerdote en 1981 y desde entonces ha desarrollado una amplia carrera en el servicio diplomático de la Santa Sede. Ha representado al Vaticano en países como Sudán, Eritrea, Somalia, Líbano y Chile. En 2006 fue nombrado Secretario para las Relaciones con los Estados, cargo equivalente al de canciller o ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano.
En 2015 fue designado Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, el más alto órgano judicial de la Iglesia Católica, posición que aún hoy en día ocupa. Su trayectoria ha sido reconocida tanto por su competencia jurídica como por su habilidad diplomática, lo que le ha permitido manejar con distinción asuntos delicados en contextos internacionales complejos.
Quienes frecuentan los pasillos del Vaticano reconocen en Mamberti a un hombre de carácter sereno, discreto y profundamente leal a la doctrina de Cristo. No es dado a los reflectores, pero su experiencia, su formación y su antigüedad lo colocan en una posición clave en momentos como el que se avecina.
El próximo Cónclave para designar al sucesor de Pedro, tras la muerte del Papa Francisco, dará inicio el 7 de mayo próximo.