Por: Vicky Barrios
Iguala, Guerrero, Abril 23.- Al mediodía de este martes, arribó un helicóptero contra incendios de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con capacidad para mil 500 litros de agua. En tierra se cuenta con un tanque colapsable de 25 mil litros, ubicado cerca de la laguna de Tuxpan. La aeronave puede realizar de dos a tres descargas por vuelo para intentar liquidar el incendio en el Cerro Grande, así lo informó Jesús Noyola Rocha, director general de Atención a Emergencias y Desastres de Protección Civil Estatal.
El puesto de mando se encuentra instalado en la Escuela Primaria «Benito Juárez», en la colonia Jardín Pueblo Viejo, donde participan los tres órdenes de gobierno y más de 200 brigadistas que enfrentan directamente el fuego. En conferencia de prensa, las autoridades informaron que hasta el momento se tiene un 70 % de control y un 60 % de liquidación del incendio.
Participan la Sedena, Guardia Nacional, Conafor Guerrero, Semaren, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil Estatal, Protección Civil municipal, la Secretaría de Seguridad Pública local, así como el comisariado ejidal y vecinos de la zona, quienes conocen el terreno y los accesos.
Jesús Noyola explicó que no hay un tiempo estimado para liquidar por completo el fuego, aunque esperan tener una respuesta favorable en las próximas 48 horas. El helicóptero no puede volar a baja altura debido a la complejidad del terreno, que presenta vientos extremos, cañadas profundas y zonas accidentadas. El acceso es tan difícil que los brigadistas deben caminar hasta cinco horas para llegar al área afectada, lo que los deja completamente agotados. Por ello, a partir de mañana serán transportados en la aeronave, lo que permitirá que trabajen mientras el helicóptero realiza las descargas.
Recalcó que el tiempo para sofocar totalmente el incendio dependerá de las condiciones climatológicas y orográficas del lugar. Los vientos cambiantes dificultan que la aeronave realice descargas precisas, ya que podrían desviarse o incluso provocar que el agua avive otras zonas con material combustible (como hojas secas), reactivando el fuego. Por eso, los brigadistas continuarán trabajando en las brechas corta fuego y en la eliminación de combustible vegetal.
Hasta el momento se han contabilizado mil 615 hectáreas siniestradas. No ha existido un riesgo latente para la población, ya que el punto más cercano del incendio se ubicó a 800 metros de unas tierras de cultivo. Sin embargo, la intensidad del fuego hizo que algunos habitantes sintieran que estaba más cerca.
Ante el cuestionamiento de por qué se permitió que el fuego avanzara tanto, las autoridades explicaron que existen protocolos a seguir. El incendio comenzó el 14 de abril. Inicialmente, el comisariado ejidal, vecinos y Protección Civil municipal intentaron contenerlo, pero resultaron insuficientes. El 15 de abril se solicitó apoyo al gobierno estatal. La Conafor Guerrero asumió el control y, al avanzar el fuego, se incorporaron la Sedena, Guardia Nacional, Semaren y Conafor federal. Sin embargo, las ráfagas de viento y la dificultad del terreno impidieron su sofocación total, por lo que finalmente se solicitó el apoyo aéreo a la Sedena, que llegó este martes.
Finalmente, Semaren y Conafor informaron que hasta el momento no se han encontrado animales calcinados, lo que indica que no ha habido afectaciones graves a la fauna. Posiblemente, debido a que el fuego avanzó lentamente, los animales pudieron huir al detectar la radiación y el humo.
Las autoridades hicieron un llamado a la población a no realizar quemas de basura, ya que esta práctica es la principal causa de incendios que luego se salen de control, dañando la salud de los habitantes, el medio ambiente, la flora y la fauna.