Israel Salgado Urióstegui
Iguala, Gro. El acoso por parte de los docentes hacia los alumnos, impacta de tal manera que pueden terminar en situaciones de suicidio, depresión, ansiedad o cualquier otro trastorno emocional.
Así lo consideró la regidora de Atención a Niñas Niños y Adolescentes, Eva María Román Ramírez, quién agregó muchas veces, no son atendidas de manera oportuna las quejas de los educandos, empezando por los directivos de las instituciones educativas que muchas veces le dan el lado a los docentes.
Refirió que en el nivel básico como son las escuelas secundarias, pocas cuentan con psicólogos para que los chicos y chicas que sufren violencia en cualquiera de sus formas puedan ser atendidos de manera oportuna y profesional.
“Desafortunadamente es el pan nuestro de cada día, escuchar que en X o Y escuela, el niño o niña fue violentado por un docente y las autoridades desafortunadamente cobijan al docente, no cobijan al alumnado yo conozco de casos que así se han presentado”, indicó la edil.
Agregó que en la delegación de Servicios Educativos de la región Norte, la parte jurídica poco hace para sancionar a los maestros qué son abusadores; además, hay una mala orientación, porque cuando un chico es violentado en cualquiera de sus formas, regularmente acuden a la comisión Nacional de Derechos Humanos y ellos solamente hacen un exhorto a la delegación de servicios educativos para que el docente sea sancionado y la delegación no procede.
Dijo que es necesario que los padres de familia sepan que, ante una situación de violencia hacia un menor, deben acudir al departamento jurídico de la delegación de servicios educativos y levantar un acta administrativa para que, en caso de que la falta sea grave, pueda ser sancionado o incluso dado de baja pero no se pueden solapar este tipo de situaciones.
Ante esta situación, Eva María Román señaló que se reunió con los responsables de seguridad pública municipal, para preparar a los jóvenes con relación a este tema, a través de talleres que serán llevados a las escuelas porque “me preocupa mucho la salud mental de los niños y los adolescentes que muchas veces, no son escuchados porque muchas veces ni los maestros ni los directivos hace nada por sus alumnos”.
Prefieren que el joven se vaya de la escuela, emigre a otra escuela a actuar en contra del maestro, porque la idea errónea que tienen las autoridades, es que su obligación es apoyar al docente y no al alumno que sufre violencia, acoso sexual, entre otros abusos que se siguen viendo en las escuelas.
Y la prueba más fehaciente de esto, es que vas a una secundaria y preguntas a los alumnos quiénes son los maestros abusivos y de inmediato te señalan los nombres y ese tipo de situaciones también orilla a los niños a generar ansiedad, depresión y muchas veces los llevan a quitarse la vida.