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Verona, Italia. El Nápoles, obligado a reinventarse sin Koulibaly, Insigne ni Mertens, ganó y dio espectáculo en la cancha del Hellas Verona (5-2), este lunes en la primera fecha de la Serie A, en un partido marcado por los gritos racistas hacia Victor Osimhen. El mexicano Hirving ‘Chucky’ Lozano fue titular, jugó 75 minutos y otorgó la asistencia del primer tanto napolitano.
El delantero nigeriano del Nápoles fue, al igual que la temporada pasada en el mismo estadio, objeto de gritos racistas procedentes de la curva de los ultras locales, después de su gol justo antes del descanso.
Pero eso no desestabilizó a Osimhen y al Nápoles, que descubrió un reemplazo de garantías en el costado izquierdo huérfano de Lorenzo Insigne con Khvicha Kvaratskhelia: el joven georgiano (21 años) marcó gracias a la asistencia del ‘Chucky’ Lozano.

El Hellas Verona, recientemente eliminado de la ‘Coppa’ de Italia ante el Bari, de la Serie B, se adelantó por medio de Kevin Lasagna (29) y logró igualar al inicio del segundo tiempo (Thomas Henry, 48).
Pero el Nápoles impuso su jerarquía con un gol de cabeza de Kvaratskhelia (37) y un remate de Osimhen (45+3) tras el cobro de un tiro de esquina desde el segundo palo.
El Nápoles definió el duelo en el segundo acto gracias a Piotr Zielinski (55), Stanislav Lobotka (65) y Matteo Politano (79).
El partido estuvo precedido de un minuto de silencio en memoria del antiguo arquero Claudio Garella, campeón de Italia con los dos equipos en los años 1980.