Por: Servicios AINI
Gaza, Octubre 30.- Hezbolá nombró a su subsecretario Naim Qassem nuevo mando y sucesor de Hassan Nasrallah, quien fue asesinado por el ejército israelí a finales de septiembre pasado.
El grupo terrorista anunció que uno de sus fundadores, un hombre de 71 años, asumirá el liderazgo como secretario general para continuar con el legado de Nasrallah, en un claro mensaje contra el gobierno judío al alardear que siguen “intactos” y en combate, pese a los golpes, luego de que medios israelíes reportaron que a dicha organización se le agotan las armas, pues presuntamente perdió casi 80 por ciento de sus misiles en la escalada de las últimas semanas, seguían información publicada por Enlace Judío.
Cabe destacar que el jeque que se caracteriza por portar un turbante blanco a diferencia de Nasrallah se había convertido prácticamente en vocero tras los golpes a la cúpula terrorista, pues una semana después de la muerte de su principal líder, las Fuerzas de Defensa de Tel Aviv eliminaron a quien era considerado su heredero Hassem Safieddine, aunque el golpe se corroboró hace unos días.
¿Quien es Naim Qassem?
Naim Qassem es un líder islámico originario de Líbano, donde se unió al movimiento chiita libanés Amal, pero lo dejó en 1979 para años después, en 1982, formar oficialmente el movimiento de resistencia Hezbolá, mismo que contaba desde entonces con el apoyo de la Guardia Revolucionaria del régimen iraní.
Ya en esta organización el hombre que estudió teología y presuntamente Química en la Universidad Libanesa, se desempeñó desde desde 1991 como jefe adjunto y prácticamente mano derecha de Nasrallah por décadas, quien llegó al mando varios años después; además, el ahora máximo cabecilla terrorista en Beirut coordinaba las campañas electorales, mismas que comenzaron en los 90, de acuerdo con medios locales y agencias.
Y en plena guerra contra Israel, en supuesto respaldo a Hamas y Gaza, Naim Qassem asumió funciones de portavoz sobre las acciones implementadas contra el gobierno al que tachan de “sionista”.
Al confirmarse su ascenso, acto que ya anticipaban algunas naciones, el islámico destacó que llevará a su grupo a la victoria, declaración en la que fue respaldado por Teherán, pues el régimen anticipó que con eta sucesión dicho movimiento se fortalecerá; en tanto, Israel anticipa que tal liderazgo durara muy poco, pues el ministro de Defensa, Yoav Gallant, dejó entrever que al asumir el mando se convierte en un nuevo objetivo en esta guerra, por lo que sentenció que tal cargo será “temporal”.