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Estados Unidos. Migración, grupos delincuenciales y la competición comercial de China en América Latina ha impulsado una agenda agitada para los candidatos presidenciales de Estados Unidos de cara a las elecciones del 5 de noviembre, que complica el futuro de la región sin importar el vencedor entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.
América Latina, en su conjunto, no es tema que abordan a profundidad los dos aspirantes a la Casa Blanca, sin embargo, en temas específicos resulta claro que la agenda de los candidatos copta gran parte de sus mítines y más cuando pelean por el electorado latino, que en estos comicios ha estado más polarizado que nunca.
En primer nivel, la migración es tema central para Trump y Harris y sus propuestas no pintan un futuro prometedor para la comunidad latinoamericana, tanto la que vive dentro de EU, como la que intenta llegar a Estados Unidos. “Es una preocupación mayúscula el tratamiento de las poblaciones migrantes dentro de Estados Unidos, desde el posicionamiento radical de Trump, hasta Harris que buscará obtener el voto de los conservadores con medidas migratorias más fuertes”, estimó el internacionalista de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, Erick Fernández.
El especialista consideró que aun así, los países latinoamericanos y del Caribe encuentran en la candidata demócrata un diálogo más cercano y que la aún vicepresidenta de EU cuando fue senadora, “conoce un poco más de la realidad y de las problemáticas y de las posibilidades de diálogo de solución y de inversión de los Estados Unidos en los países latinoamericanos”.
Sin embargo, recalcó que los gobiernos latinoamericanos deben tener presente que gane quien gane se debe establecer un diálogo donde la protección a los migrantes, las estrategias de cooperación o del comercio internacional, estén en la mesa del diálogo.
En el tema de seguridad, Estados Unidos ha remarcado una crisis fronteriza por la incursión de cárteles mexicanos de la droga y de grupos delictivos como el Tren de Aragua de Venezuela, quienes operan clandestinamente con actividades ilícitas como el tráfico de drogas, de armas y de personas.
«Es preocupante e increíblemente peligroso que Donald Trump invoque a Adolf Hitler… Está cada vez más desquiciado», dijo Kamala Harris.
Fernández destaca que Trump ha volteado más allá de los cárteles mexicanos y ha mirado a otros grupos delincuenciales que operan en América Latina, declarando una guerra y poniendo un foco rojo para la región. El tema de la seguridad fronteriza le ha servido de pretexto al gobierno estadounidense para reforzar su política migratoria, ya que consideran que son los miembros de estas bandas los que logran cruzar y realizan actividades delictivas en varias entidades de EU.
La retórica agresiva de Trump ha enfocado su discurso en este tema, pues señala que son estos integrantes de bandas que llegan al país como indocumentados y generan violencia, realizan violaciones masivas o generan pérdidas de empleos, acusaciones que han sido desmentidas por las mismas autoridades de EU.
«No necesitamos otra persona con bajo coeficiente intelectual, tuvimos una durante cuatro años, no necesitamos otra», señaló Donald Trump.