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Estados Unidos. Kamala Harris, candidata demócrata a la presidencia de EU, prometió adoptar un enfoque más riguroso en relación con la migración a lo largo de la frontera sur del país.
En su primera entrevista con un medio importante desde su nominación, Harris enfatizó la necesidad de renovar la legislación fronteriza para limitar la migración ilegal y aseguró que se hará cumplir la ley.
«Tenemos leyes que deben ser seguidas y aplicadas, que aborden a las personas que cruzan nuestra frontera de manera ilegal, y debe haber consecuencias», declaró en una conversación con la presentadora de CNN Dana Bash.
La entrevista, que se realizó con poco más de dos meses para las elecciones del 5 de noviembre, permitió a Harris mostrar su control sobre temas clave y ofrecer una imagen clara de sus posiciones políticas.
En particular, su postura migratoria refleja un endurecimiento respecto a posiciones más moderadas que sostuvo en el pasado. Harris busca ganar el apoyo de sectores preocupados por la seguridad fronteriza, a la vez que propone una reforma migratoria integral que aborde las causas profundas del fenómeno.
Postura inquebrantable sobre Israel
Harris también se pronunció sobre su apoyo a Israel, alineándose con la política del presidente Joe Biden, quien ha mostrado un firme respaldo al país en medio del conflicto con Gaza. Rechazó los llamados de algunos miembros del Partido Demócrata para reconsiderar el envío de armas a Israel debido a la alta cifra de muertos palestinos. “No, tenemos que lograr un acuerdo de cese al fuego y de rehenes”, dijo Harris, subrayando que, aunque respalda una Israel fuerte, también considera crucial alcanzar un alto al fuego en el conflicto.
Este enfoque ha generado críticas, como las del activista Abbas Alawieh, cofundador del Movimiento Nacional No Comprometido, que ha protestado contra la política de Biden. «Si la vicepresidenta está interesada en un alto al fuego, debe apoyar el cese inmediato del envío de armas», expresó Alawieh, reflejando una creciente división dentro del partido demócrata sobre la política exterior hacia Medio Oriente.
Más allá de sus posiciones sobre migración e Israel, Harris también manifestó su deseo de incluir a un republicano en su gabinete si resulta electa, una señal de su intención de gobernar con un enfoque inclusivo.
«Creo que es importante tener personas con diferentes puntos de vista y experiencias en la mesa cuando se toman algunas de las decisiones más importantes», argumentó, destacando su intención de construir consenso en un momento de profunda polarización en el país.
Desde que fue elegida como candidata demócrata el mes pasado, Harris ha ganado impulso en las encuestas, superando al expresidente Donald Trump con un 45% de apoyo frente al 41%, según una encuesta de Reuters/Ipsos.
Además, ha logrado recaudar cientos de millones de dólares en donaciones de campaña y ha ofrecido una serie de discursos contundentes que han aumentado el entusiasmo entre los votantes.
Harris también defendió la gestión de la administración Biden en materia de inflación, explicando que heredaron una economía devastada por la pandemia que, según ella, había sido mal manejada por Trump. Si bien reconoció que «los precios siguen siendo demasiado altos», subrayó los avances realizados para reducirlos y revitalizar la economía.